La tecnología de IoT se ha expandido a objetos cotidianos y equipos de trabajo; sin embargo, permanece en gran parte invisible. Esta oportunidad de mercado trae nuevos desafíos de UX para los diseñadores.
Los sensores, la conectividad y la inteligencia del producto no solo crean nuevos flujos de datos, sino que abren un universo de posibilidades y peligros potenciales para las experiencias de los usuarios y las organizaciones que diseñan las interfaces de usuario de IoT.
Los sensores ubicuos, los dispositivos conectados y las redes ocultan el hecho de que la tecnología digital se puede integrar con casi todo. Durante décadas, las pantallas fueron la interfaz de usuario principal para las tecnologías y los datos digitales.
En estos días, las tecnologías integradas impregnan prácticamente todas las interfaces de consumidores y trabajadores, incluida la ropa, las cámaras, los electrodomésticos, los vehículos y la infraestructura. Las técnicas de aprendizaje automático e inteligencia artificial desbloquean una asombrosa variedad de nuevas modalidades de interacción , como reconocimiento de voz y emociones, realidad aumentada, asistentes virtuales y robótica.
Un buen diseño siempre requiere empatía y centrarse en el usuario, pero el diseño de IoT UX exige más porque existen interfaces conectadas dentro de sistemas tecnológicos más amplios.
Los productos conectados requieren una nueva forma de pensar
La conversión de productos analógicos a conectados digitalmente exige un cambio masivo en el marco mental y en el conjunto de habilidades. Los campos de hardware, software, datos, seguridad y experiencia del usuario han evolucionado rápidamente, y también los desafíos inherentes cuando las organizaciones reconfiguran los modelos comerciales para que estén basados en datos y definidos por el sistema. Los avances tecnológicos amplían el aspecto de la interacción digital , qué datos pueden recopilar las organizaciones y cómo aplicar los datos de formas poco intuitivas.
Los consumidores, pacientes y proveedores de atención médica pueden usar dispositivos portátiles con sensores de variabilidad de la frecuencia cardíaca (VFC) para monitorear y determinar mucho más que latidos por minuto. Los médicos y los pacientes pueden utilizar la VFC para inferir una gran cantidad de otros indicadores de salud, como el estado físico, la digestión, la recuperación, la enfermedad y el estrés. Los ingenieros de software entrenan cámaras inteligentes, que pueden impulsar la autenticación de identidad, el análisis del espacio de trabajo y big data para detectar calor o multitudes. Las organizaciones han vuelto a optimizar estas herramientas de análisis de video para el análisis del distanciamiento social y la detección de fiebre y tos.
A medida que la tecnología continúa impregnando objetos y lugares, las organizaciones corren el riesgo de inundar a los usuarios con ruido, cargarlos con aplicaciones móviles torpes y administrar mal sus datos, seguridad o confianza.
Las interfaces de usuario de IoT hacen evolucionar los objetivos y las relaciones comerciales
El punto de partida estratégico para los diseñadores y fabricantes de IoT es alinear el desarrollo de productos con los modelos comerciales y la confianza del usuario para diseñar un contexto integrado.
Alineación con modelo de negocio. Las organizaciones deben revisar los modelos de valor lejos de las transacciones únicas en las que los diseñadores crean productos menos como puntos finales estáticos y más como hubs o plataformas. A través de actualizaciones e integraciones de software, los productos conectados pueden apreciarse con el tiempo en nuevos casos de uso, segmentos de usuarios potenciales o asociaciones comerciales.
Las organizaciones deben alinear las características y funciones centrales con una hoja de ruta y un propósito a más largo plazo. Si la organización tiene la intención de que el producto actúe como una puerta de entrada a una relación más profunda entre las partes interesadas, debe planificar el resultado final ideal.
Alineación con los usuarios. El diseño de productos conectados centrado en el ser humano no se trata solo de estética; se trata de minimizar los pasos entre lo humano y lo objetivo. Los sensores y la conectividad emergentes facilitan y mejoran esa interacción. Más opciones no equivalen a más inteligencia. Más campanas y silbidos no siempre significan más valor. Las experiencias de usuario fallidas pueden frustrar la lealtad del usuario, compartir la billetera o, peor aún, la confianza.
Aunque la creación de interacciones simples parece obvia, a menudo es difícil de preservar al orquestar software, aplicaciones móviles, integraciones y entradas centradas en el ser humano. Para guiar las decisiones de diseño, las organizaciones pueden utilizar siete orientaciones o formas de alinear usuario y producto, como se muestra en la siguiente imagen. Los diseñadores y fabricantes de IoT pueden usar estas orientaciones como un marco para analizar diseños y tecnologías con el fin de minimizar los pasos entre el usuario y el objetivo y administrar las experiencias basadas en datos de manera inteligente y responsable.
Estas orientaciones apoyan la toma de decisiones ascendente en IoT UX, informan sensores, software, formatos de interacción y GUI, pero también tienen implicaciones posteriores. Cualquier estrategia de participación requiere una orquestación que abarque múltiples dispositivos y canales en conjuntos de datos dinámicos, integraciones y API.
Las nuevas capacidades tecnológicas conllevan una mayor responsabilidad
Los productos conectados existen dentro de ecosistemas más amplios (comerciales, técnicos y sociales), lo que aumenta el alcance del diseño. Para seguir siendo competitivas, las organizaciones deben visualizar el papel de UX como indisolublemente vinculado a todas y cada una de las interacciones entre la marca y el usuario en los equipos, los viajes del cliente y la cadena de suministro. Contrariamente a la intuición, esto implica restar importancia a los productos y enfatizar los servicios y las asociaciones que permiten.
Tecnológicamente, una visión competitiva incluye priorizar la interoperabilidad, expandir las topologías de seguridad, herramientas para la gestión del ciclo de vida de datos y productos y diseñar para diversas partes interesadas.
Socialmente, los dispositivos conectados existen dentro de culturas y comunidades de personas y otras redes de dispositivos, cada una de las cuales presenta sus propias implicaciones para la mejora o erosión de UX. La tecnología plantea preocupaciones éticas cuando se trata de gamificación, adicción a las pantallas y vigilancia.
Los productos integrados requieren más que una buena configuración tecnológica; requieren una buena administración tecnológica y un equilibrio entre los objetivos comerciales y el empoderamiento humano.
Más: