Factores académicos de la personalidad

por Maria Fernanda Alonso

Factores académicos de la personalidad

Hacer trampa en un examen o ayudar a otra persona con el suyo, son dos de las principales conductas en las que pensamos cuando consideramos los comportamientos académicos contraproducentes. La mayoría de las investigaciones se han centrado en estudiantes universitarios en los Estados Unidos, y han encontrado que tales actividades son tan comunes y habituales que significan una problemática importante del ámbito académico.

Un equipo de investigadores reconoció la necesidad de extender el estudio a otros niveles educativos y grupos geográficos. En particular, se enfocaron en analizar la prevalencia y correlaciones de los comportamientos académicos contraproducentes en estudiantes de secundaria españoles.

Las características contextuales (por ejemplo, tamaño del aula, tamaño de la escuela, escuelas públicas versus privadas, carga de trabajo académico, estilo de enseñanza) y las diferencias individuales (por ejemplo, variables de personalidad, variables cognitivas, características demográficas) son las variables que usualmente se estudian en relación con los comportamientos académicos contraproducentes. Esta investigación se centró en las diferencias individuales, especialmente en el estudio de las cinco grandes dimensiones de la personalidad y la habilidad mental general de los estudiantes (Cuadrado et al. 2020) – https://8c8073567af9bb702f8d2bbc287d8798.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-37/html/container.html

Señalan los investigadores que los resultados de varios metaanálisis hallaron que aquellos estudiantes con puntuaciones altas en escrupulosidad y amabilidad son menos propensos a comportarse de manera contraproducente en el contexto académico. En teoría, las personas concienzudas son organizadas, autodisciplinadas, planificadas, orientadas a las tareas, responsables y obedientes. Mientras tanto, las personas agradables se caracterizan por ser cálidas, altruistas, empáticas y gentiles, y además son conocidas por ser confiables, sinceras, directas, obedientes a las reglas e inofensivas para los demás. Dada la naturaleza de estas dimensiones de personalidad, no es sorprendente que aquellos estudiantes con mayor conciencia y amabilidad parezcan estar menos predispuestos a participar en comportamientos académicos contraproducentes.

Con respecto a la extraversión, se encontró que los estudiantes extravertidos hacen trampa en los exámenes más que sus pares introvertidos. Una explicación teórica podría ser la tendencia de los extrovertidos a ser gregarios y sociables, rasgos que pueden manifestarse en una preferencia por actividades más sociales, interactivas y emocionantes que las de naturaleza académica (por ejemplo, estudiar para exámenes). Además, a menudo se los describe como atrevidos, imprudentes y buscadores de riesgos, características que los harían menos reacios a jugar rápido y sin rodeos con las reglas durante los exámenes.

Metodología

La muestra contó con la participación de 240 estudiantes (160 mujeres), de siete escuelas secundarias de España. La edad promedio fue de 17,4 años, y el rango fue de 16 a 20 años de edad. Los estudiantes asistían a los últimos dos años de secundaria.

Se acordó que los test serían completados durante el horario de clases. Inicialmente, se diseñaron tres medidas para ser utilizadas: una prueba de personalidad (el test IP/5F desarrollado por Salgado), una prueba de inteligencia para evaluar la habilidad mental general (una adaptación española de la Wonderlic Personnel Test) y una escala de contraproductividad académica (el Cuestionario de rendimiento académico negativo). Este último instrumento consta de 30 ítems estructurados en cinco dimensiones que evalúan una amplia gama de conductas contraproducentes en el contexto académico. Las dimensiones son trampas, mal uso de recursos, absentismo, incumplimiento de reglas y poco esfuerzo.

Debido a restricciones de tiempo en las escuelas secundarias, en algunos casos, la disponibilidad de los estudiantes correspondió a una sola sesión de clase, es decir, cincuenta minutos. En esos casos, solo se pudieron completar dos cuestionarios: la prueba de inteligencia y la escala comportamiento académico contraproducente.

El tamaño de la muestra para la medida de personalidad fue de 126 participantes (62 mujeres) con una edad promedio de 17.2 años. Para comprobar si habría diferencias sustanciales entre la muestra completa y la muestra restringida de la medida de personalidad, los autores realizaron estadísticas descriptivas para cada variable con ambos conjuntos de sujetos. Los resultados indicaron que los valores mínimo y máximo así como las medias y desviaciones estándar fueron muy similares en todos los casos.

Resultados

  • El equipo encontró que los comportamientos académicos contraproducentes son un fenómeno común, siendo las conductas de trampa y bajo esfuerzo las formas más prevalentes.
  • Respecto del sexo y la edad, encontraron que los hombres eran más propensos que las mujeres a realizar conductas académicas contraproducentes, así como los participantes de mayor edad.

Los cinco grandes y las conductas académicas contraproducentes:

  • Los resultados mostraron una relación positiva y significativa respecto de la estabilidad emocional, lo que significa que la estabilidad emocional es un predictor válido de las conductas académicas contraproducentes. La estabilidad emocional pareció ser un predictor válido de tres de las cinco dimensiones de conductas académicas contraproducentes: bajo esfuerzo, ausentismo y mal uso de recursos.
  • La extraversión surgió como un correlato directo de las conductas académicas contraproducentes en general. En cuanto a los factores de conductas académicas contraproducentes específicos, la extraversión mostró una correlación fuerte y positiva con las conductas de engaño, siendo el único caso en el que la extraversión apareció como un predictor válido.
  • La apertura a la experiencia produjo las correlaciones más bajas. Ni con respecto a la medida de comportamientos académicos contraproducentes global, ni por sus facetas, apareció como un predictor válido.
  • La amabilidad mostró una relación negativa tanto con el comportamiento académico contraproducente general como con sus facetas.
  • La amabilidad también pareció ser un predictor válido del mal uso de los recursos y del incumplimiento de las reglas.
  • Por último, la conciencia apareció como el predictor más fuerte de los comportamientos académicos contraproducentes. Las validaciones verdaderas fueron todas negativas y significativas en todos los casos.

Habilidad mental general y comportamientos académicos contraproducentes

Contrariamente a lo que esperaban los autores, esta variante no apareció como un predictor válido ni de la medida de comportamientos académicos contraproducentes general ni de sus facetas.

La evidencia muestra que la prevalencia de los comportamientos académicos contraproducentes alcanza tasas preocupantes a nivel de escuela secundaria en muchos países, además de los EE. UU. y Canadá, con diferentes sistemas educativos y culturas. Esta situación se agrava ya que como consecuencia ponen en peligro la reputación del sistema educativo, afectan negativamente el desempeño académico de estudiantes, socavan la moral de los maestros y otros estudiantes y pueden conducir a comportamientos contraproducentes similares en contextos organizacionales después de la graduación.

Referencia bibliográfica:

Cuadrado, D., Salgado, J. F., & Moscoso, S. (2020). Individual differences and counterproductive academic behaviors in high school. PloS One, 15(9), e0238892. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0238892

Fuente: Plos ONE

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Fuente: https://www.psyciencia.com/personalidad-factores-conductas-academicas-negativas/

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