Fuente: prevencionar.com
En las empresas, en los grupos de trabajo y, en general, en cualquier otra organización en la que se llevan a cabo diversas tareas por varias personas, se suelen utilizar los términos eficiencia y eficacia de modo indiferente cuando en realidad existen ciertos matices que les hacen ser términos completamente diferentes.
En realidad, existe una gran diferencia entre ser un empleado eficiente y ser un empleado eficaz. Mientras la persona eficaz consigue los resultados esperados de forma satisfactoria independientemente de los recursos utilizados, la persona eficiente es aquella que lleva a cabo la tarea con el menor número de recursos posible.
Por ejemplo, mientras una persona eficaz realizaría 100 unidades de un determinado producto en 12 horas de trabajo, una persona eficiente tardaría 10 horas, al optimizar los recursos utilizados. Ambas han cumplido el objetivo, pero el trabajador eficiente necesita una menor cantidad de recursos (en este caso, tiempo) para alcanzar el mismo objetivo.
Es decir, entre eficiencia y eficacia existe una relación unidireccional. Mientras una persona eficiente es al mismo tiempo eficaz, la relación contraria no se da. Es decir, el trabajador eficiente, al igual que el trabajador eficaz, consigue alcanzar sus objetivos. Sin embargo, un trabajador eficaz podría optimizar su desempeño en términos de recursos utilizados. Si hay un trabajador más eficiente que otro a la hora de realizar una tarea, esa tarea es optimizable para el segundo de ellos.
Evidentemente, en términos de costes, a todas las empresas les interesa disponer en plantilla de trabajadores lo más eficientes y productivos posibles, en especial si ésta es superior a su remuneración, y capaces de realizar una tarea con el menor número de recursos posible. El paso de eficaz a eficiente puede darse con una política de formación adecuada para cada empleado.
Fuente: https://prevencionar.com/2021/03/03/conoces-las-diferencias-entre-eficacia-y-eficiencia/