por Gustavo Tejera

“Interopero, luego existo”

En la actualidad existen estándares para casi todos los escenarios del conocimiento y las finanzas. Cono-cimiento, o el cimiento del cono, es una mención mística del árbol de la vida. Dicho cimiento, en la sociedad digital, es el aprendizaje sobre cómo puedo inter-actuar global y automáticamente con mis clientes, proveedores y comunidad en su conjunto. Si hablamos de “madurez tecnológica”, el grado de interoperabilidad es un indicador de la misma y una clave para atraer inversión.

Si mi producto o servicio puede dialogar, por ejemplo, con el hogar digital, el mercado es enorme. Si, además, puede dialogar con otros sistemas externos, entonces la competitividad aumenta mucho más. Tal capacidad es una clave también para darse a conocer marcando una diferencia.

PENSAR EN GRANDE es, en parte, la posibilidad de sumar entre emprendedores y construir una fuerte competencia contra las BigTech, pues los contenidos que circulan son gobernados por el emprendedor y su respectiva cadena de valor. Si tu idea es compatible con las redes corporativas seguramente podrás desarrollar una o varias APIs para utilizar lo que ya existe a tu favor.

En tu país existen DATOS ABIERTOS y ESTÁNDARES para la interoperabilidad, los cuales pueden sostener la universalidad de tu Departamento de Contenidos. Si dos productos o servicios necesitan comunicarse, deberán utilizar estándares de codificación y semántica. Es imposible saltarse este paso.

No hay que reinventar nada a nivel de estándares de interoperabilidad. Lo que sí podemos es crear contenidos nuevos (datasets) utilizando tales herramientas.

Creo que los emprendedores de cualquier tipo tenemos la oportunidad histórica de aumentar el valor agregado de nuestros productos y servicios creando prototipos que puedan interoperar entre sí.

Me gusta utilizar un paralelismo entre la interoperabilidad y el cine: “Luz, cámara, acción!, donde:

  • LUZ: Alineación de mis códigos con los estándares globales. También se le llama “normalización” a este proceso.
  • CÁMARA: Conexión digital entre sistemas.
  • ACCIÓN: Interoperabilidad.

La construcción de contenidos sobre estándares los vuelve reusables por las aplicaciones, en términos de lógica. El cliente o proveedor puede consumir tus contenidos y volver más “inteligente” las aplicaciones, tuyas o de terceros. Es un formidable mercado que, además, cumple con una inclusión nunca antes abordada para cualquier ciudadano de la Sociedad Digital.

Es un tema que implica una breve educación que nada tiene que ver con saber programar o ser erudito en ciertas áreas tecnológicas. Es, básicamente, un acuerdo de partes y creatividad pura.

Se trata, pues, de un nuevo paradigma que apunta a un concepto largamente utilizado, pero pocas veces aplicado: “la unión hace la fuerza”.

Antes de empezar con la arquitectura de cualquier producto o servicio, piensa en cómo construirás tus datos y contenidos. En la mayoría de los casos al no aplicar esto desde el principio, obliga a una temprana reingeniería costosa y completa. Si arrancas con la globalidad (internacionalización) en mente quizá demores un poco más, pero la vigencia de tu propuesta será mucho larga y tendrá más mercado.

Por ejemplo, en el sector salud desaparecieron muchos proveedores al no aplicar tales estándares, hoy condición obligatoria para aportar a la historia clínica central (y facturar) a los Seguros de Salud.

Piénsalo. Esto es independiente del sector donde te desempeñes.

Cordiales saludos,

Gustavo Tejera – https://kwfoundation.org

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Material adicional

PENSAR EN GRANDE

Nos encontramos inmersos en la convocatoria PENSAR EN GRANDE de Endeavor Uruguay, para proyectos de alto impacto en Latam y el resto del mundo.

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