por Javier Sepic | Desarrollador Full Stack | React | NodeJS | Javascript | Python | SQL | inglés | Fullstack Developer bilingual
Cada vez son más las personas que se interesan por el mundo de la tecnología, ya sea para iniciarse en la programación como hobby, buscando un cambio de carrera, o comenzar un emprendimiento.
En este artículo vamos a enfocarnos en el último punto, en particular cuando quien decide emprender no tiene una formación técnica —al menos no la tiene hasta ese momento—, ya que sabemos lo intimidante que puede resultar esta decisión.
Cuántas veces hemos visto películas en las que una idea brillante viene a la cabeza del protagonista, y como por arte de magia comienzan a fluir las líneas de código, para luego lanzar un producto que tiene un éxito nunca visto. Una historia que nos encantaría vivir, pero… ¿y el código? ¿Cómo lo logramos si no tenemos esos conocimientos?
Como primer punto, debemos saber que desde la gestación misma de un emprendimiento —o incluso antes— comenzaremos un nuevo período de formación. Por un lado, tendremos que estudiar en profundidad todo lo relativo al producto o servicio que vamos a lanzar, y por otro nos tendremos que formar en aspectos que quizás nuestra previa experiencia laboral nunca nos exigió, pero cuyo conocimiento resultará esencial para adentrarnos en el mundo emprendedor.
Pero no debemos intimidarnos por la variedad de aspectos que tendremos que conocer para llevar adelante nuestra startup con éxito, ya que la mayoría de estos los descubriremos a medida que avancemos, y nos acompañarán en nuestro camino emprendedor, en un primer momento como nociones básicas que luego se profundizarán.
En el grupo relativo a nuestro producto/servicio, tendremos que realizar un análisis de mercado, elaborar nuestro modelo de negocios, definir con un gran nivel de detalle quién será nuestro cliente, quién será nuestra competencia, qué oportunidad de entrada al mercado existe, qué porción de ese mercado podremos capturar, etc. Sobre este tema recomiendo familiarizarse con el “lienzo de modelo de negocios” (Business Model Canvas), que nos presentará todos estos puntos de manera sencilla, ayudándonos a elaborar una versión rápida y concreta de nuestro plan de negocios.
Este análisis es muy importante porque hace a la viabilidad del negocio. Muchas startups tecnológicas fracasan porque caen en la tentación de desarrollar primero, gastando tiempo y dinero en el proceso, para luego descubrir que no existe cliente o mercado para su producto. Personalmente aprendí esto con mi primera startup Lappse, una red social con un aspecto “único y diferencial” que jamás encontró usuarios.
En el grupo relativo a nuestra formación como emprendedores, tendremos que adquirir conocimientos de administración de empresas, marketing, liderazgo, los aspectos legales y contables que exige la puesta en marcha y el funcionamiento de nuestra startup, negociación, etc. Pero como ya dijimos no se trata de ser un especialista en cada área, y mucho menos al comienzo.
Sobre la forma de encarar nuestro negocio recomiendo el libro Lean Startup de Eric Ries —lectura obligatoria para todo emprendedor—, que explica el enfoque que actualmente se utiliza para probar nuestro producto en el mercado y con usuarios reales, con el ciclo Construir – Medir – Aprender (y repetir). Esta es la metodología que apliqué en mi segunda startup Plazr, en la que trabajo actualmente.
Si en las películas vemos que el momento más importante en un emprendimiento tecnológico es cuando espontáneamente aparece la “idea millonaria”, en la próxima entrega entenderemos que esa idea es uno de los aspectos menos importantes para el éxito de nuestra startup, y nos centraremos en el proceso de ejecución, desde el primer boceto hasta el producto mínimo viable (MVP por sus siglas en inglés).
¿Te interesan las startups tecnológicas? ¿Cuántas veces creíste tener una solución a un problema real de la gente pero te viste imposibilitado por no tener un background técnico?