Al igual que Tarantino, el arte de Svendsen tiene la distinción de estar enraizado tanto en lo familiar como en lo oscuro. Lo lúdico y lo irónico. La suya es una fusión seductora de ritmos sincopados, voces interpretadas, música del mundo, muestreo atípico e instrumentales en vivo, sintetizados por las cualidades mediadoras de la repetición.