Uruguay se ha convertido en los últimos años en un destino ciertamente atractivo para la instalación de empresas extranjeras. Estabilidad política, económica y social; beneficios o incentivos para los inversores extranjeros; recursos humanos competitivos; y la buena calidad de vida son solo algunos de los motivos que llevan a las empresas extranjeras a optar por nuestro país a la hora de querer expandirse.
