Pilar Sordo
Vamos a reflexionar sobre un tema que nos toca el alma: el amor y el cuidado en la vejez. Pilar Sordo, en su maravilloso libro “No quiero envejecer”, nos invita a una profunda reflexión sobre cómo vivimos
nuestra vida y, sobre todo, cómo queremos vivirla.
por Alexandra Caballero Guzmán | Médica especialista en gerosexología y cuidado con perspectiva de género
Y, si bien el envejecimiento es un proceso natural que a veces genera cierta resistencia, ¿qué pasaría si lo viéramos como la oportunidad dorada de cosechar lo que hemos sembrado en nuestras relaciones más íntimas?
El amor: ese hilo invisible que nos teje
Piensen en el amor, no solo como la pasión arrolladora de la juventud, sino como ese hilo invisible, fuerte y resiliente, que nos ha ido tejiendo a lo largo de los años. Es ese compañero o compañera que ha estado ahí en los triunfos y en las caídas, en las alegrías desbordantes y en las noches de insomnio. Ese amor, cuando es genuino y cuidado, se convierte en el pilar fundamental para enfrentar la vejez.
Pilar Sordo nos recuerda la importancia de vivir con conciencia, de estar presentes en cada etapa. Y esto aplica de forma poderosa a nuestras relaciones de pareja. ¿Hemos invertido tiempo de calidad? ¿Hemos
aprendido a escucharnos de verdad? ¿Hemos cultivado la paciencia, el perdón y la admiración mutua? Porque es en la juventud y en la madurez donde se construye el verdadero capital afectivo para la vejez.
No se trata solo de la supervivencia de la pareja, sino de la calidad de esa supervivencia. Cuando somos jóvenes, a veces damos por sentado que “siempre estaremos juntos”. Pero es en el día a día, en las pequeñas atenciones, en la capacidad de reinventar el amor y de adaptarse a los cambios, donde se gesta esa fortaleza que nos permitirá enfrentar juntos los desafíos del envejecimiento.
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Fuente: Alexandra Caballero Guzmán | Médica especialista en gerosexología y cuidado con perspectiva de género