La crisis causada por la pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19) tuvo un gran impacto en la economía y los mercados laborales regionales durante 2020. El año finalizó con una caída del PIB del 7,1%, que se tradujo en una marcada pérdida de empleos y un aumento de la tasa de desocupación, que alcanzó el 10,5%. A diferencia de crisis anteriores, el número de personas que se retiraron del mercado laboral fue elevado, principalmente en el segundo trimestre del año, y la contracción del empleo informal fue mayor que la del empleo formal.
