Reconocer los posibles síntomas sistémicos, la distribución característica y la morfología de las erupciones puede conducir a un alto grado de precisión al hacer un diagnóstico clínico.

Reconocer los posibles síntomas sistémicos, la distribución característica y la morfología de las erupciones puede conducir a un alto grado de precisión al hacer un diagnóstico clínico.