El progreso en inteligencia artificial ha permitido la creación de tareas que antes se pensaba que solo eran posibles para los humanos, como traducir idiomas, conducir automóviles, jugar juegos de mesa al nivel de campeón mundial y extraer la estructura de las proteínas. Sin embargo, cada una de estas IA ha sido diseñada y entrenada exhaustivamente para una sola tarea y tiene la capacidad de aprender solo lo que se necesita para esa tarea específica.