Desde dispositivos microscópicos de rastreo de “polvo inteligente” hasta tecnología de rastreo de ADN y software de reconocimiento facial avanzado, la periodista Sharon Weinberger lidera un recorrido espeluznante por el bazar global y no regulado de la vigilancia masiva privatizada. Para controlar este mercado creciente y multimillonario que a menudo atiende a clientes con intenciones nefastas, Weinberger cree que el primer paso es que los gobiernos clasifiquen las herramientas de vigilancia como armas peligrosas y poderosas.