Una de las revoluciones más silenciosas de nuestro siglo actual ha sido la entrada de la mecánica cuántica en nuestra tecnología cotidiana. Solía ser que los efectos cuánticos se limitaban a laboratorios de física y experimentos delicados. Pero la tecnología moderna depende cada vez más de la mecánica cuántica para su funcionamiento básico, y la importancia de los efectos cuánticos solo crecerá en las próximas décadas.
