El KW Project es, ante todo, un proyecto social de alto impacto en la calidad de vida de las personas. La inclusión en la Sociedad Digital es un proceso mucho más complejo que simplemente “estar conectado”.

En el fondo se encuentra un desafío a los factores culturales anacrónicos profundos y una educación que desafortunadamente apunta más al consumo que al talento innato de cada ser humano. Según parece, más vale “creer que pensar”.

Equity-Equality-Graphic

La inclusión real es el paso siguiente a la toma de conciencia acerca de la diversidad y la tolerancia. La oferta tecnológica no asegura ningún valor humano existencial, ni siquiera el reconocimiento individual (el cual es tan vital como el alimento y el territorio). Es más, la tecnología es un enorme vector de la desigualdad y el abuso del poder. ¿Por qué? Pues las ideas y la experiencia de los usuarios son “envasadas” en los productos y servicios de la Big Tech. El primer uso de la IA es la predictibilidad para que, al mejor estilo Jobs, le indique al consumidor qué debe comprar, tanto en lo material como para su conciencia.

La inclusión surge de varias formas:

  • En la educación básica.
  • En el ejemplo de los líderes y en las Políticas de Estado.
  • En las comunidades “inteligentes”.
  • En el accionar de los nuevos profesionales y/o gerentes de proyectos.

Los contenidos son más importantes que la tecnología en sí misma. Cuando era estudiante de programación, un sabio docente me enseñó que “el trabajo previo de escritorio es más importante que empezar a tipear código fuente desde el inicio”. Y no me canso de repetirlo en mis cursos. El éxito de un proyecto tecnológico radica en la claridad del punto de partida.

En el escenario de la salud esta visión salva vidas. Todos los estamentos de la Organización tienen conocimiento y talento para aportar a los procesos de atención. Y los aportes de cada uno deben tener un reconocimiento explícito. Si el individuo recibe estímulo a través de un propósito que le brinda protagonismo, la integridad es la consecuencia más inmediata.

La calidad de la comunicación es el 95% del éxito de un proyecto. Una comunicación inclusiva va en ambos sentidos.

Cuando trabajamos en la instrumentación de los estándares de interoperabilidad entre sistemas de gestión sanitaria (HL7 fundamentalmente) en Uruguay, entre 2004 y 2017 (SUEIIDISS), comenzamos muy bien. En el punto de partida estaban representados casi el 90% de los usuarios del país. Pero pasó algo que no estaba en los planes. La interoperabilidad se volvió un negocio y los dirigentes corporativos se olvidaron del rol científico de la Organización de Estándares. Quienes teníamos un rol independiente quedamos fuera de la ecuación… y la Organización desapareció en favor del poder y los negocios.

La SUEIIDISS es apenas un ejemplo de cómo el poder del más fuerte se beneficia por las buenas ideas y el trabajo honorario de individuos y comunidades.

Equity-Equality-Graphic

Este proyecto no es una utopía. Es acción concreta en contextos bien definidos. ¿Quién define el contexto y sus contenidos? El usuario que sabe de buenas prácticas y que no sabe o no quiere saber de tecnología. He aquí la clave de la inclusión real. Sin herramientas libres y abiertas para escribir conocimiento reusable en términos de lógica no hay inclusión real.

Los contenidos publicados en esta parte del sitio web de KW Foundation tienen que ver con el abanico de conceptos clave para abordar a la Sociedad Digital desde el sentido común de cada uno, libre y naturalmente, como si se tratara de un Derecho Humano más.

Hay dos máximas que nos inspiran:

  • “Nadie puede ver más allá de las decisiones que no entiende”. Matrix.
  • “Cuando la información se volvió un negocio, la verdad dejó de ser importante”. Ryszard Kapuściński.
Equity-Equality-Graphic

La Comunidad KW Foundation te espera. Anímate a poner sobre la mesa tu talento. Haz valer tu copyright.

Gustavo Tejera.