En 2003 los recursos informáticos de clase mundial eran excesivamente caros. Hoy abundan. La irrupción de la IA generativa ha repartido nuevamente las cartas casi desde cero empoderando la experiencia por encima del expertise puntual de millenials y posmilénicos. Prompt Engineering es la profesión de moda, y no pasa por conocer el último tip de Java, Phyton o Rust.
