Las cámaras fotográficas o filmadoras registran objetos y sucesos que en manos de verdaderos artistas dejan entrever otra realidad en aquello que se ve. Una buena foto habla de realidades ocultas o interiores en aquello que se ofrece a la vista, así como también, y como por un efecto reflejo, desvela al propio observador realidades espirituales de su propia interioridad.
