Somos 40 años más longevos que nuestros parientes simios más cercanos. Pero no para tener más hijos, sino para cuidar a los hijos de otros, según defiende la hipótesis de la abuela.

Somos 40 años más longevos que nuestros parientes simios más cercanos. Pero no para tener más hijos, sino para cuidar a los hijos de otros, según defiende la hipótesis de la abuela.