Los estudios analizados revelan que la realidad virtual inmersiva es bien aceptada y tolerada por los adultos mayores, además de ser una herramienta prometedora para revertir o retrasar el deterioro físico y cognitivo. Sin embargo, los resultados no son consistentes debido a que existe una gran diversidad entre los sistemas de realidad virtual y contenido utilizado, así como estudios con muestras pequeñas y diseños no controlados.