Una clara falta de estrategia sostenible de emprendedores, industria, ONG y Gobiernos ante el enorme avance del envejecimiento hace imposible generar conocimiento comunitario y así evitar enormes pérdidas en costos, expectativas e inversiones.
por Gustavo Tejera
Nadie es dueño de la verdad en propuestas de valor para nuestros adultos mayores, pues la Generación Plateada plantea una “diversidad infinita en infinitas combinaciones”. No existen “soluciones mágicas” ni entelequias “mesiánicas”, aunque parezcan.

En talleres para emprendedores y en discursos de autoridades del gobierno terminamos siempre con el foco en el problema comunicacional: “todos transmiten escenarios puntuales y soluciones también puntuales, por más generales que parezcan”.
El escenario de la gestión sanitaria demoró casi 40 años en el consenso para la interoperabilidad estándar y profesional (HL7, CDA, IHE, FHIR, SNOMED CT) entre sistemas digitales. Sin embargo, los pobres resultados en Historia Clínica Única se deben a que no se ha implementado a fondo el valor del entendimiento automático de sintaxis y semántica. Miles de millones de dólares después hay utopías e hipocresías que representan un hecho inherente a la naturaleza humana más primitiva: “compartir el conocimiento en forma reusable no es una tendencia personal o corporativa universal”. La Inteligencia Artificial no puede encargarse de esto sin antes pasar por el esfuerzo propio y humano de consensuar y, con ello, alinear personas y organizaciones con una única representación del mismo conocimiento.
La primera consecuencia es la ausencia de herramientas formales para crear y compartir conocimiento puntual que pueda integrarse orgánicamente a los procesos de cualquier tipo y, en especial, al ambiente en el que se encuentran las Personas Mayores. La información no llega a donde tiene que llegar, menos aún en el momento que debería fundamentar una decisión informada. Es como si obviáramos el derecho universal a la información y justificáramos (al mejor estilo de las Big Tech) el encapsulamiento de la misma en ciertos productos y servicios. “Mercantilismo de la salud y su cadena de valor” es un concepto que muchos decisores empresariales conocen, pero que sistemáticamente ocultan para obtener nichos de mercado redituables económicamente.
De nada sirve lamentar una decisión no asertiva, quizá derivada en la muerte o serio compromiso de la calidad de vida de un ser humano.
En salud existen cientos de miles de conceptos globales, millones de descripciones y millones de relaciones semánticas entre ellos. ¿Por qué no construimos sobre este excepcional valor los infinitos escenarios posibles para que éstos sean reusables comunitariamente?
Bueno, la solución suena sencilla: “construcción de comunidades inteligentes basadas en la evidencia”. Si, la respuesta es la correcta, pero a través de la ausencia de ellas experimentamos la paradoja del conocimiento. La “Máquina del Tiempo” de H. G. Wells resume esta realidad: “No se puede utilizar la máquina del tiempo si ésta fue inventada a partir del evento pasado que quieres cambiar”.
Dicho en términos crudos: “Nadie puede obviar su propia naturaleza para cambiar algo que construyó a partir de ella”. Quizá sea difícil entender que la mayoría de nosotros estamos de los dos lados del mostrador. Somos parte del problema a resolver.

Esta realidad que también se reproduce con fórceps en millones de escenarios llena de sesgos a la inteligencia artificial. Como un bebé, la IA aprende más rápidamente los malos hábitos que los buenos. ¿Por qué? Las soluciones rápidas no siempre son las sostenibles, o sustentables. La tecnología tiene sus bases en los valores culturales. Sus algoritmos terminan reproduciendo el pragmatismo sobre la humanización.
¿Será verdad de que “no se puede ser bueno y hacer las cosas bien al mismo tiempo”?
La calidad de vida tiene que ver en cómo la percibimos. Si el entorno utiliza palabras que no están en nuestro vocabulario, no lo podemos razonar.
La publicidad engañosa sigue execrables conceptos de ingeniería social: “Pensar es más difícil que creer”.
En el medio de todo este entuerto está la experiencia de vida de nuestros adultos mayores, cuyas buenas prácticas se pierden en una especie de abismo negro, sin reconocimiento, sin ser las bases de la evolución. Si una sociedad utiliza el edadismo como estereotipo es inevitable que las comunidades no corporativas puedan existir y crecer con justicia e inclusión.
Si utilizáramos la ciencia para escribir y construir experiencias reusables (libres e independientes de los valores) pondríamos un faro que repartiría mejor los recursos dando vuelta el omnipresente consumismo como objetivo en sí mismo. Si las comunidades pueden gestionar su propio conocimiento colaborativo otro sería el cantar y no tendríamos que soportar a los dueños de las Big Tech hablando del sentido de la vida.

Con estos principios la actual revolución industrial mejoraría la experiencia del cliente y usuarios (CX, UX, EX) a partir de un consumo más responsable y sostenible. Hay desarrollos de gran impacto social pero los hechos indican que la resiliencia de los responsables de los cambios… no es suficiente.
Los discursos se llenan de posverdades que hasta se creen los propios disertantes. No se salva nadie: ni los políticos de centro, izquierda o derecha, los sindicatos, las ONG, las Big Tech, los movimientos ambientalistas, los anti-ambientalistas, los evaluadores de proyectos, los empáticos, los inversionistas y la mayoría de los emprendedores.
Una vez le escuché a uno de los empresarios tecnológicos más importantes de mi país: “escogí a mi socio porque no tiene el sí fácil”. Me quedé reflexionando sobre el hecho de la cantidad de ideas no solicitadas de terceros que debió escuchar y se las quedó, sin dar el reconocimiento autoral ético. El scouting de ideas debe ser, junto a la ingeniería del marketing, de las actividades menos éticas que existen.

La existencia de los estándares sintácticos y semánticos, más el blockchain, asegurarían el copyright de los autores de escenarios contextuales y sus contenidos de triple impacto asociados. La tecnología está, pero no la convicción de que estos mecanismos de gestión del conocimiento empoderan a todos mejorando la visibilidad de productos y servicios. Las cadenas de valor crecerían exponencialmente pues siempre un escenario es parte de otro más grande.
naturalKM es nuestra propuesta para conectar a los creadores con los consumidores de componentes reusables de conocimiento utilizando estándares ya desarrollados validados por la Industria 5.0 y su correspondiente desarrollo en el área de la salud. Existe monetización XaaS y/o por Agentes de IA para creativos y sponsors. naturalKM se ha presentado como proyecto en Región Plateada, siendo seleccionado entre 1900 proyectos de Latinoamérica y el Caribe.

Si no existen herramientas realmente colaborativas e inteligentes que conduzcan a la gestión profesional del conocimiento, el impacto social innovador no estará asociado a la inclusión real de las personas, entre ellas al de nuestros adultos mayores.
¿Qué tan actualizado querrías que un decisor sobre la vida de un ser querido se encuentre? ¿Qué tan empático te encuentras sobre tú mismo con una edad superior a los 60 años?
¿Es negocio la interoperabilidad? Si ésta se implementa sobre estándares el resultado puede ser similar al de un Unicornio, es decir, exponencial en los términos que utiliza la Singularity University. Por ejemplo, en KW Foundation desarrollamos un algoritmo experimental para medir el riesgo de caídas en la Generación Plateada. Llegamos al 80% de asertividad. Si se aplicara, tan sólo en España el sistema de salud podría ahorrarse € 500.000.000. Tal algoritmo es el resultado de la interoperabilidad de tan sólo 6 de la Historia Clínica del usuario. Ahora estamos trabajando para que la IA prediga el costo sanitario a turistas en Islas Canarias.
El consumo de contenidos “inteligentes” a través de la interoperabilidad puede generar múltiples unidades de negocio, incluso sobre productos y servicios ya existentes. Además, propone una plataforma para crear Comunidades de Alto Impacto en este impresionante y diverso escenario.
KW Foundation se encuentra en aprendizaje continuo y todos los insumos que utilizamos se encuentran gratuitamente en https://kwfoundation.org.
Si quieres aportar contenidos relacionados, suscríbete a la Comunidad KW Foundation. Compartamos estas charlas difíciles e incómodas, pero imprescindibles para crecer como Comunidad de Cuidados.
Escenarios inteligentes, seguros e inmersivos.
Propuesta de valor de naturalKM
naturalKM provee herramientas y contenidos para la gestión XaaS, interoperable y profesional, de comunidades en la Generación Plateada y la Industria 5.0.
Conectamos a creadores y consumidores de Contenidos Reusables de Conocimiento con 10 al100% de Inteligencia Artificial entre humanos, máquina-humano y máquina-máquina. Mejores prompts, menos errores, más asertividad, costos menores, más calidad y más autocuidado.
Brindamos capacitación de triple impacto en el punto de atención.
Gestión local y regional de clusters temáticos. Nuestras bases son: ISO 30401 e ISO 56001 integrando códigos y estándares sintácticos/semánticos para interoperabilidad, sin necesidad de programar.
Gracias.
Cordiales saludos,
Gustavo Tejera
Fundador de KW Foundation – Programador de Sistemas Biomédicos – Gestión Profesional del Conocimiento – gustavo@kwfoundation.org
Fuente: https://kwfoundation.org