En la última versión de la franquicia Jurassic Park, la sociedad está aceptando las consecuencias de innovaciones que, en el mejor de los casos, estaban mal concebidas. Una letanía de “podría” sobre “debería” ha llevado a un futuro en el que los dinosaurios resucitados y rediseñados vagan libres, y el dominio de la humanidad como especie está bajo amenaza.
