Los defectos cardíacos congénitos (anomalías del corazón que están presentes al nacer) son el tipo más común de defecto congénito y, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, aproximadamente 1 de cada 4 bebés que nacen con un defecto cardíaco tiene un diagnóstico lo suficientemente grave como para requerir cirugía u otra intervención médica durante el primer año de vida. A pesar de los avances en la atención prenatal, la tasa de detección de defectos cardíacos congénitos durante las ecografías de rutina sigue siendo subóptima.
