La llamada psicología positiva nos pone sobre aviso de que la mente humana tiene una irrefrenable querencia por lo negativo. Iniciada en la década de 1990 por Martin Seligman y continuada por el impronunciable Mihály Csíkszentmihályi (aquí se puede oír la pronunciación) y el muy esclarecedor Jonathan Haidt, se centra en el estudio científico del bienestar psicológico y toda una serie de aspectos positivos, desde la creatividad y el humor hasta la sabiduría o la mismísima felicidad.
