Gerda tiene casi un siglo de vida y sigue trabajando.
por DW
Gerda Hammel
A sus 95 años, Gerda Hammel sigue al pie del cañón todos los días detrás del mostrador de su tienda. No porque tenga que hacerlo, sino porque quiere. Mientras otros sueñan con el retiro, ella encuentra en su rutina, en el contacto con los clientes y en mantenerse activa, una fuente de sentido y energía. ¿Qué la impulsa a seguir adelante?
Tiene 95 años, lleva 63 trabajando en la misma empresa y no piensa en jubilarse
Trabajador incansable: Gordon Smith combatió en la Segunda Guerra Mundial y pasó por todos los puestos de la empresa.
Gordon Smith combatió en la Segunda Guerra Mundial y pasó por todos los puestos de la empresa.
Gordon Smith tiene 95 y asegura que solo tuvo un año malo en su vida: el 2020. Por la pandemia no pudo ir a trabajar y debió quedarse encerrado en casa. Para este hombre de Florida, que lleva más de seis décadas como empleado en una tienda de Miami, el retiro todavía es algo demasiado lejano en su vida.
“¿Todavía tienes ganas de venir todos los días?”, le preguntaron a Gordon Smith en una entrevista para el canal WSVN y su respuesta fue inmediata y contundente: “Me encanta. Me encanta”.
El hombre nacido en Boston llegó a Florida después de la Segunda Guerra Mundial. Tras haber protagonizado en carne propia el combate contra los aviones japoneses en Pearl Harbour y pasar la guerra a bordo del USS Bennington, se instaló en Miami una vez que la Alemania nazi fue derrotada.
Desde entonces encontró su lugar en el mundo en “Farrey’s Lighting & Bath”, una tienda de accesorios de iluminación de calidad y grifería de alta gama. Allí, pasó por todos los trabajos posibles y asegura que nada le quita las energías para ser el primer empleado en llegar al local a las 7.30 de la mañana.
El hombre ya es toda una institución dentro de la empresa, incluso sus jefes lo respetan como una gran autoridad y lo consideran imprescindible. Aunque él asegura que su ausencia allí no cambiaría nada, Bud Farrey, director ejecutivo de Farrey’s Lighting & Bath afirma que no tenerlo más: “Sería una gran pérdida en mi vida”.
“Habría un gran agujero en Farrey’s”, dice sobre Gordon, que comenzó como carpintero y pasó por distintas funciones hasta la actualidad en la que se asegura de que los camiones de reparto dejen todo en perfecto estado y organiza los formularios de órdenes de compra en su oficina.
El trabajo no lo agota, más bien todo lo contrario, es una parte fundamental de su vida. “Simplemente no puedo estar sin hacer nada. Tengo que estar activo“”, afirma Gordon que vivió una pesadilla cuando la pandemia de covid-19 lo obligó a estar alejado temporalmente de Farrey’s.
El dueño y director ejecutivo, Bud Farrey, no le permitió acudir al negocio durante unos meses por miedo a que se contagiara y las dos hijas de Smith, Sandra y Bonnie, contaron que su padre las volvió “locas” cuando estuvo sin trabajar. “Eso es parte de mi problema. ¿Ves todas estas canas?“”, bromeó Bonnie.
“Es una de las personas más valiosas que tenemos. Número uno: es un veterano de guerra y damos gracias a Dios por sus servicios. Número dos: hace todo lo que se le pide, Siempre voluntarioso, siempre con energía”, dijo Farrey.
Harvey Carmona, que es el gerente de la tienda donde trabaja Smith, afirmó que cada día aprende más de él y destacó su “gran corazón”. En sus inicios en la empresa Gordon fue su mentor y destacó que era duro y exigente pero que él le enseñó “todo”.
“¿Quién sabe cuándo me voy a retirar?”
El sueño de Smith es cumplir 65 años en la empresa (solo le faltan dos) y cuando se le pregunta si después se retirará, responde: “Quién sabe. Esto es mi vida, mi vida está en Farrey’s”.
Para la empresa el hombre no es una molestia y esa lealtad que él demuestra va en ambos sentidos. Los altos mandos de Farrey aseguran que mientras Gordon quiera trabajar aquí, tendrá un lugar.
Ruthie Shuster, la mujer de 100 años que trabaja en un McDonald’s y que no plantea jubilarse
Tras quedarse viuda a los 50 años no ha parado de trabajar.
por Marc Mestres
Uno de los momentos que marcan un punto de inflexión en la vida de una persona es la jubilación. Tras décadas de desgaste trabajando en empleos que en algunas ocasiones son poco agradecidos, muchos esperan con ansia el momento de retirarse y de poder disfrutar de una vida tranquila.
Sin embargo, este no es el caso de Ruthie Shuster, una mujer que este mes ha cumplido 100 años…¡y lo ha hecho trabajando en un McDonald’s! No se trata de un caso de explotación laboral ni de necesidad económica, sino que Shuster encontró en el trabajo su mejor refugio tras el fallecimiento de su marido cuando tenía 50 años.
Desde entonces, lleva media vida trabajando en un local de McDonald’s en Pittsburgh (Pensilvania), donde se ha convertido en toda una icono y en una referencia para los comensales. “ Los viernes por la tarde suelen venir unas treinta personas y todos juntos entonamos ‘You are my sunshine’, ellos me acompañan”, explica en una de las múltiples entrevistas que ha dado durante los últimos días.
Mucha gente se pasa por el local simplemente para conocerla puesto a que se ha convertido en toda una eminencia en Pittsburgh. Tanto es así que para el día de su cumpleaños instalaron un buzón para que todo aquel que lo deseara la pudiera felicitar. No fueron pocos los mensajes que recibió.
Ruthie asegura que le queda cuerda para rato y que a pesar de haber cumplido un siglo de vida no tiene ninguna intención de retirarse. Admirable su vitalidad.




