EXPOSICIÓN DE MOTIVOS – PROYECTO DE LEY
FOMENTO Y PROMOCIÓN DE LA ECONOMÍA PLATEADA
El aumento de la longevidad de la población a nivel mundial y el descenso de las tasas de natalidad, han traído como consecuencia el incremento en la proporción de personas mayores, así como la prolongación del curso de vida.
Según datos del Banco Mundial, aproximadamente el 10% de la población mundial es mayor de 65 años y esta cifra llega a casi al 30% en países como Japón.
Esta tendencia hacia el envejecimiento de la población es más palpable en países de primer mundo. Según datos del BID, en la Unión Europea, las personas mayores de 60 años ya representan el 26% de la población mientras que en América del Norte este porcentaje es de aproximadamente 23%.
Las estimaciones indican que esta tendencia se acrecentará y que la proporción de personas
mayores a nivel global aumentará significativamente en las próximas décadas.
Este cambio en la estructura demográfica implica una serie de retos y desafíos para el Estado,
el sector privado y la Sociedad Civil. Como contrapartida, se generan oportunidades para el
emprendimiento y la innovación, y así como un espacio para la revalorización del aporte de
las personas mayores a la sociedad.
Es en este contexto, desde hace varias décadas se habla del concepto de Economía Plateada.
Por Economía Plateada comúnmente se entiende aquella parte de la economía global
vinculada al cambio demográfico producido por el envejecimiento de la población
enfocándose en aquellas actividades económicas relacionadas con las necesidades y
demandas que puedan tener las personas mayores.
Dentro de la Economía Plateada suelen asociarse oportunidades de negocio relacionadas con
todos aquellos productos y servicios destinados a mejorar la calidad de vida de las personas
mayores. En la literatura económica se asocian a la Economía Plateada actividades la
telemedicina, la medicina preventiva, sistemas para hogares inteligentes, servicios de
robótica en el hogar, servicios en el área del cuidado, ofertas específicas de productos
financieros, turísticos o de educación suelen mencionarse entre los más relevantes.
El concepto de Economía Plateada supone un cambio de paradigma. Ya que si bien durante
buena parte del siglo XX, las personas mayores han sido vistos como una carga para la
sociedad, y solían ser relegados por las empresas, por ser catalogados como un grupo etario
de bajo consumo, la nueva estructura demográfica y los avances en salud y educación han
modificado esta visión.
Tanto la Unión Europea como varios países con altas tasas de envejecimiento, han visto la
oportunidad que representan las personas mayores como potenciales locomotores del
crecimiento económico y han impulsado políticas públicas y directivas destinadas a fomentar
la Economía Plateada y la revitalización de sectores de la industria asociados con las personas
mayores.
Según datos del BID, tanto a nivel de la Unión Europea como en el caso de América Latina
y el Caribe se estima que el 30% del total del crecimiento del consumo entre el 2015 y 2030
provendrá de las personas mayores de 60 años BID (2020).
En países como Francia, que han apostado fuertemente a la Economía Plateada, promoviendo
también una ley de fomento e impulso del sector, se estima que la Economía Plateada pasó
de generar 94 mil millones de euros en el 2016 a generar 130 mil millones en el 2020.
Asimismo, se calcula que se han generado un estimado de 300.000 puestos de trabajo
adicionales.
Cifras similares se repiten en otros países, donde los sectores de mayor crecimiento de
consumo han sido los del grupo etario mayor de 60 años.
Es importante destacar que la promoción de la Economía Plateada no solo se traduce en
impulsar la producción y el consumo de productos para un sector de la población, sino
también la de ofrecerles alternativas en aspectos como la formación o el empleo y fomentar
el desarrollo de nuevas tecnologías e innovación para mejorar la calidad de vida de las
personas y permitir un “envejecimiento activo”.
El diseño de una política pública que fomente el envejecimiento activo es esencial no solo
como medio para lograr el bienestar de un sector de la población, sino también como
herramienta para reducir los costos que el impacto de una sociedad envejecida tiene sobre la
seguridad social, la salud pública y los servicios conexos asociados al cuidado del adulto
mayor.
Promover el envejecimiento activo se traduce también en una mayor solidaridad
intergeneracional. En efecto, cuantas más personas mayores puedan hacerse cargo de sus
propias necesidades, mayor será la capacidad del Estado para canalizar los recursos en
quienes más lo necesiten.
Relacionado con este concepto de envejecimiento activo, y como otra dimensión dentro de
la Economía Plateada, se encuentra el fenómeno de los emprendedores senior, entendiendo
por tales a aquellas personas cercanas a la edad de retiro o jubilados que desean emprender
y tener una participación activa en la economía del país.
Tal y como mencionábamos, el paradigma asistencialista donde una persona mayor luego de
la edad de retiro o jubilación pasaba a tener un rol pasivo, quedando al margen del sistema
productivo y viviendo exclusivamente de su jubilación, se encuentra en crisis.
Gracias a los avances en la medicina, y las tecnologías de la información y comunicación,
las personas mayores de nuestro tiempo no solo viven más, sino que en general se mantienen
activos y productivos hasta edades más avanzadas que en generaciones pasadas.
Ante esta realidad demográfica, el nuevo paradigma impulsado por la Economía Plateada
busca erradicar visiones edadistas, y empoderar a aquellas personas mayores que deseen
emprender para que puedan hacerlo en igualdad de condiciones que las personas más jóvenes.
Si bien hay muchas personas mayores que se sienten activos y con energías de trabajar y
seguir formando parte del sistema productivo, emprender luego de los 50 años no está exento
de dificultades. La brecha en la alfabetización digital, las dificultades para obtener
financiamiento, y una mayor cautela a la hora de asumir riesgos suelen desincentivar este
tipo de emprendimientos.
Quienes se encuentran en etapas pre jubilatorias, afrontan un riesgo creciente de desempleo
y precariedad laboral, así como dificultad para adaptarse a las nuevas exigencias de un
mercado sujeto a cambios acelerados por los avances tecnológico. Estas personas se ven
forzadas a buscar opciones de autoempleo a fin de obtener una nueva fuente de ingresos y
alcanzar el mínimo de años de cotización requerido para poder jubilarse.
Por tal motivo, es importante que desde el Estado, el sector privado y la Sociedad Civil, se
promuevan incentivos y se aprueben políticas públicas que permitan eliminar barreras, y
permitan que aquellas personas mayores que deseen emprender para mejorar su situación
económica y suponer una menor carga para su entorno familiar puedan hacerlo en igualdad
de condiciones que los más jóvenes.
El impulso de los emprendimientos senior, no solo tiene el potencial de contribuir a reducir
el impacto del envejecimiento en los sistemas provisionales y mejorar las posibilidades de
ingreso de las personas mayores, sino que además diversos estudios internacionales,
demuestran que los emprendimientos impulsados por personas mayores suelen ser más
exitosos en comparación con aquellos emprendidos por personas más jóvenes.
Esto suele explicarse por razones como la experiencia acumulada, las redes de contacto
adquiridas a lo largo de los años y el capital que muchas personas logran acumular a lo largo
de su vida y que contribuyen a que muchos emprendimientos senior triunfen y tengan altas
tasas de éxito en comparación con los emprendimientos de los más jóvenes.
Esto implica que existe un importante capital humano que nuestro país puede explotar a
efectos de generar riqueza y aprovechar el traspaso de conocimientos y habilidades de parte
de los emprendedores seniors a los más jóvenes.
En este contexto global, Uruguay se sitúa como el segundo país más envejecido de América
Latina y Caribe con una población mayor de 60 años del entorno del 20%, con tasas de
envejecimiento que se alejan de las Latinoamericanas, y se asemejan a las europeas.
Esta tendencia en el envejecimiento de la población, también se encuentra presente, según
datos oficiales del INE, en el 2050 las personas mayores de 60 años representarán casi una
tercera parte de la población total (28,5%), una cifra similar a la que hoy tiene Japón, uno de
los países más envejecidos del mundo.
Esta “revolución demográfica” no debe tomarse como un signo de declive, sino más bien
como un progreso considerable de la sociedad uruguaya que ha logrado aumentar la
esperanza de vida y logrado que muchos uruguayos vivan más y mejor. No obstante, el
desafío que tiene Uruguay es prepararse para esta transición, y abordar las necesidades de las
personas mayores creadas por el envejecimiento.
En cuanto al mercado de la Economía Plateada, informes de consultoras de renombre estiman
que, tomando como base los ingresos personales de la población mayor a 60 años, el mercado
de la Economía Plateada en Uruguay estaría en el orden de los $343.000 millones,
equivalente a unos USD 8.850 millones. Esto significa aproximadamente el 11,5% del PIB.
Este fenómeno lleva a un crecimiento generador de desarrollo económico y representa un
gran potencial para la creación de nuevos empleos e industrias.
Si bien nuestro país ha adoptado algunas medidas en el buen camino, que se relacionan con
el envejecimiento activo y la Economía Plateada, como lo es la creación del Instituto
Nacional de las Personas Mayores en la órbita del MIDES, la aprobación del Sistema
Nacional de Cuidados, la Ley N° 20.130 de Reforma de la Seguridad Social, o la Ley
Economía Social y Solidaria, número 19.848, aún falta un abordaje integral e institucional
del tema.
Actualmente no existe un marco legal que promueva la Economía Plateada, cree estímulos
para incorporar emprendedurismo senior al proyecto productivo del país y brinde soluciones
concretas a la problemática que enfrentan las personas mayores a la hora de participar
activamente en la economía.
Creemos que Uruguay, así como lo ha hecho con otras iniciativas, tiene todos los ingredientes
para convertirse en un referente a nivel global en materia de Economía Plateada, y colocarse
en una buena posición tanto para recibir inversiones de empresas que deseen emprender o
desarrollar industrias en los sectores de la Economía Plateada, como captar financiamiento
de organismos internacionales que buscan promocionar este tipo de iniciativas a nivel local.
En el caso de los emprendedores mayores de 55 años o emprendedores senior, consideramos
que su fomento puede estar alineado con otros programas del Estado para el fomento del
emprendedurismo, como el Programa Uruguay Innovation Hub u otros programas dentro de
ANII, programas donde la incorporación de nuevos beneficios e incentivos adicionales
contribuirían generar una mayor equidad al momento de emprender.
Por este motivo, es que el presente proyecto pretende ser una primera ley que aborde la
temática de la Economía Plateada en el Uruguay, dando un marco legal para el desarrollo de
la Economía Plateada y definiendo una serie de políticas públicas que traten la materia.
El proyecto se inspira en iniciativas y políticas impulsadas a nivel de dictámenes de la Unión
Europea, y en otras legislaciones de derecho comparado como la “Loi d’orientation et de
programmation sur l’Adaptation de la société au vieillissemen” francesa o la ley de
Economía Plateada de Panamá, entre otras.
Asimismo, sigue varias de las recomendaciones realizadas por varias organizaciones
internacionales, como el Monitor Global de Emprendimiento para potenciar la generación de
valor por parte de las personas mayores y potenciar los Emprendimientos Senior.
En este sentido, en cuanto a la estructura del proyecto, el mismo tiene una parte general que
incluye el objeto de la ley, una declaratoria de interés nacional, y los objetivos y principios
que se persiguen con la misma, los cuales están inspirados en la experiencia internacional
como la “Declaración del Consejo Sobre el Año Europeo del Envejecimiento Activo y de la
Solidaridad Intergeneracional (2012) estrategia futura”, entre otros.
Asimismo, en esta sección se propone el 1° de octubre de cada año, como el Día Nacional de
la Economía Plateada, fecha que coincide con el día internacional de las personas mayores,
como el Día Nacional de la Economía Plateada, a efectos de darle difusión y poner en la
agenda nacional.
Posteriormente en el artículo 6 se incluyen ciertas definiciones relacionadas con los
conceptos de Economía Plateada, Emprendimiento Plateado y Emprendimiento Senior.
En el caso del concepto de Emprendimiento Plateado se optó por dar una definición amplia,
dando libertad al Poder Ejecutivo para ampliar, a través de la regulación, el elenco de
emprendimientos teniendo en cuenta los avances que se puedan desarrollar en el futuro y
aquellos sectores que el Estado tengo un mayor interés estratégico en incentivar.
En el caso del emprendedor senior, se optó por tomar la edad de 55 años, edad utilizada por
la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para definir la
Economía Plateada. Este criterio, incluye en su espectro a todas aquellas personas que están
cercanas a la edad de retiro, aún no tienen los años de aporte suficientes para jubilarse y que
por tanto pueden verse obligados a emprender y autoemplearse en caso del cese de su relación
laboral.
Asimismo, siguiendo algunos ejemplos de derecho comparado, se delega en la
reglamentación a los efectos de incluir requisitos adicionales para los Emprendimientos
Senior como por ejemplo la inclusión de ciertos umbrales máximos de ingreso o facturación
a los efectos de la aplicación de los beneficios e incentivos, a fin de focalizar los recursos del
Estado en aquellos emprendedores mayores que lo hagan por necesidad y tengan mayores
dificultades por no tener recursos o presentar dificultades para acceder al financiamiento.
Posteriormente, en los artículos 7 a 10 se realicen algunas propuestas para darle un marco
institucional a la Economía Plateada, entre ellas: (i) la designando a la ANDE como la
autoridad de aplicación de la ley; (ii) la creación de un sub fondo dentro del FONDES ANDE
para la financiación de ciertas iniciativas de promoción; y (iii) definiendo la creación de un
Plan de Economía Plateada en la órbita de la OPP para poder diagnosticar el status de la
Economía Plateada en Uruguay, realizar propuestas e iniciativas de mejora y medir el
impacto de la ley.
Finalmente, en el Capítulo IV se establecen una serie de incentivos y herramientas para la
promoción de la Economía Plateada entre los cuales se incluyen propuestas en el marco de:
(i) el apoyo al financiamiento de los emprendimientos senior ya sea mediante la creación de
productos financieros específicos y el aprovechamiento de los programas para el fomento del
emprendedurismo vigentes; (ii) la capacitación y promoción de la iniciativa en las personas
mayores, lo cual puede desarrollarse a través del Portal Emprendedor u otros medios que
defina el Estado; (iii) algunas ventajas en medidas de promoción en materia de compras
estatales; (iv) el reconocimiento de la Economía Plateada dentro de la regulación de las
sociedad BIC; y finalmente (iv) ciertos incentivos relacionados con la seguridad social.