La  ‘Guía  para  la  Intergeneracionalidad:  convertir  los  retos  de  las sociedades  longevas  en oportunidades’, es una investigación realizada en el marco del “Programa para una sociedad longeva”, cofinanciado por el Programa Interreg, España-Portugal,  POCTEP,  2014-2020,  del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), y que ha llevado a cabo la consultora mYmO, a instancias del CENIE, en la que han colaborado algunas de las voces más prestigiosas de  nuestro país en el ámbito del estudio y la aplicación de políticas de intergeneracionalidad.

por CENIE

Intergeneracionalidad
Presentación de la Guía

El constante crecimiento no solo de la esperanza, sino también de la duración de la vida, es la causa  de  que,  por  primera  vez  en  la  historia,  cinco  generaciones  distintas,  coincidan  en  un mismo espacio temporal.  “Nuestra sociedad es más multigeneracional que nunca, y por ello, consideramos ineludible la necesidad de contribuir a una mejor comprensión de lo que ello significa,  siendo  este  el  principal  objetivo  de la Guía para la Intergeneracionalidad. Gracias a ella,  además  de  definir correctamente lo que hoy debemos de entender por intergeneracionalidad,  nos  sirve  para  analizar  las  oportunidades  e  identificar  las  claves, herramientas y estándares intergeneracionales, para su aplicación directa en las distintas áreas de  actuación  que  tiene  CENIE”,  ha  manifestado  Eleonora  Barone,  autora  e  investigadora principal de la Guía.

La Guía recoge los puntos de vista y opiniones de personas provenientes de áreas muy diversas; entre los que se encuentran académicos como María Luisa Forniés Arranz, Naiara Fernández Gutiérrez, Paloma Navas Gutiérrez,  Francisco Olavarría Ramos  y  Matxalen  Acasuso  Atutxa; docentes  como  Mariano  Sánchez  Martínez,  José  Antonio  Herce  San  Miguel,  Sacramento Pinazo-Hernandis, Ignacio Chato Gonzalo, Cristina Montes Pastrana y Paz Martín Rodríguez; investigadores  como  Eduardo  Madinaveitia  Foronda,  y  emprendedores  como  Alfonso  Basco Garrido-Lestache, Iñaki Bartolomé Martín,  Beatriz  Roca  Albertos,  Marta  Sanz  Massa,  Meritxell Valls Martí, Beatriz Santamaría Trincado, Marichu Calvo de Mora González y Pedro Pomares Abad; que han contribuido a proyectar una mirada crítica, sobre las convenciones culturales, ideológicas y sociales negativas asociadas a la edad.  

Las  personas  mayores  se  enfrentan  mediante  su  participación  activa  en  la  sociedad  y  la economía a numerosos prejuicios y también a restricciones legales. La sociedad, teóricamente, respeta  a  las  personas  mayores,  les  reserva  ciertos  privilegios  -como  pases  de  transporte bonificados- pero también los segrega de las actividades productivas y los mantiene apartados en muchas de las labores sociales. Por ello, la Guía pretende identificar respuestas que ayuden a establecer un modelo de calidad de vida para las personas mayores en el contexto de una sociedad integradora, inclusiva y sostenible económicamente, especialmente en materia de derechos sociales.

Objetivos de la Guía

Además de ser una investigación sobre el nuevo contexto demográfico a  nivel  nacional  e internacional, la elaboración de esta Guía pretende poder definir correctamente lo que hoy debemos entender por intergeneracionalidad; así como establecer pautas claras a la hora de realizar cualquier acción de carácter intergeneracional. También aspira a identificar las fuentes fundamentales  de  información  y  formación  para  adquirir  competencias  en  las  prácticas intergeneracionales,  y,  por  último,  analiza  las  oportunidades  desde  el  punto  de  vista  de identificación de claves, herramientas y estándares intergeneracionales que puedan tener una aplicación directa en distintas áreas de intervención de  CENIE:  Alianzas  intergeneracionales; Capacidad Financiera; Salud y Capacidad Física; Ciclo Laboral; Cultura; Educación; Hábitats; Participación y Voluntariado.

En todas estas áreas identificadas como campos de acción por CENIE en torno a las cuales se están  llevando  a  cabo  diferentes  investigaciones,  algunas  en  el  marco  de  la  iniciativa experimental  “Juntos  Damos  más  vida  a  Zamora”,  que  desarrolla  proyectos  pioneros  en longevidad que permiten repensar el Estado del Bienestar de nuestras vidas futuras, asociando, a  su  vez,  estudios sobre el impacto económico vinculado  a cada una de esas temáticas y formulando un necesario cambio de narrativa que ayude a superar la percepción, alimentada de prejuicios, que hoy las definen. 

Conclusiones de la Guía 

Ante la nueva realidad de las sociedades longevas, derivada del aumento en la esperanza de vida, la intergeneracionalidad debe ser una cuestión presente a lo largo de todas las etapas. Esta guía, contribuye en conceptualizar la intergeneracionalidad como concepto, y así poder afrontar todos los retos que plantea en la sociedad actual. A su vez, lleva consigo un propósito de cambio, de mejora, de modificación de aspectos de la nueva longevidad, ya que ofrece la oportunidad de reformular nuestras narrativas en torno a la última etapa de la vida a través de un proceso de aprendizaje común.  

La  intergeneracionalidad  debe  ser  entendida  como  un  aspecto  transversal  para  toda  la sociedad,  porque,  aunque  es  cierto  que  la  sociedad  siempre  ha  sido  multigeneracional,  la intergeneracionalidad conlleva una nueva perspectiva. No consiste en meramente una convivencia física, sino que implica la creación de relaciones e interlocuciones entre todas las 
nuevas sociedades. En este sentido, la clave no es trabajar juntos, sino mejor.  

Por ello, resulta esencial concienciar y sensibilizar a la ciudadanía del cambio profundo que suponen las nuevas sociedades longevas, y que la intergeneracionalidad permite, que nuestra sociedad siga aspirando a un futuro más equitativo, inclusivo y sostenible.  

Con el objetivo de que se introduzca una perspectiva intergeneracional con una visión más integradora, es tarea de las administraciones públicas corregir las políticas sesgadas por criterios de edad y enfocar la acción de la Administración desde un prisma que involucre a todos de la misma manera. 

Asimismo, los nuevos proyectos intergeneracionales necesitan un nuevo enfoque y requieren crear  nuevas  metodologías;  más relacionales,  responsables  en  el  empleo  de  los  recursos económicos y más innovadores. 

Entre los datos destacados, los expertos enfatizan el Decálogo que recoge la Guía: 

1.- La creciente extensión en la duración de la vida es la causa de que, por primera vez en la historia de nuestra especie, no menos de cinco generaciones distintas, ampliamente representadas cada una de ellas, coincidan en un mismo espacio temporal. Nuestra sociedad es más multigeneracional y multiétnica que nunca.  

2.-  Pero  dicha  circunstancia  no  es  en  absoluto  garantía  de  interacción,  intercambio  y colaboración entre generaciones. Se exige algo mucho más dinámico y profundo para que la cohabitación de varias generaciones derive en un auténtico ejercicio de aprendizaje y progreso mutuo. Ahí radica la necesidad y el sentido de la Intergeneracionalidad.  

3.-  Los  programas  y  proyectos  intergeneracionales  posibilitan  experiencias  de  relación  y cooperación entre personas de diferentes edades a través de la transmisión y la vivencia conjunta y activa de conocimientos, habilidades, actitudes y valores. 

4.- Una sociedad intergeneracional es más rica y capaz; se sustenta en la responsabilidad y el esfuerzo en común; y, por ello, se forja como una comunidad más cohesionada, resiliente y capaz  de  afrontar  cualquiera  de  las  transformaciones  de  su  entorno,  pues  se  basa  en  la experiencia y disposición de todos sus miembros.  

5.-  La Intergeneracionalidad pone a la ciudadanía en el mismo núcleo de su acción. Es su método y su fin, gracias a la potenciación del capital social incentivado por el aporte de una relación entre las personas basada en los principios del respeto, la escucha, la cooperación y los logros compartidos desde la gratuidad y la voluntariedad.  

6.- La Intergeneracionalidad es el mejor antídoto contra el feroz individualismo que nos aísla, nos separa y nos empobrece. Contra cualquier forma de segregación o discriminación, sea por edad, condición social o económica, procedencia geográfica o falsas convenciones culturales, ideológicas o sociales.  

7.- Solo las sociedades basadas en la inclusión, en la igualdad de derechos y deberes de los ciudadanos pueden aspirar con legitimidad a ser más justas y solidarias. Más fuertes por fundarse  en  el  espíritu  cívico  de  sus  miembros,  en  la  consciencia  y  conciencia  de  sus responsabilidades. Y en la potencia extraordinaria de la inteligencia y la innovación .

8.- Las  acciones  intergeneracionales  no  se  basan  en  el  esquema  básico  de  cualquier transacción- uno enseña y otro recibe- sino en el ganar-ganar para todos; en una auténtica mutualidad, donde todos reconocen sus obligaciones y se hacen sabedores de sus aportaciones y sus logros.  

9.-  La  Intergeneracionalidad  supone  la  puesta  en  marcha  de  una  acción,  prolongada  y sostenible, fruto no solo de la voluntad o el deseo, sino de una planificación rigurosa, de un proceso  formativo  e  informativo  constante,  de  una  participación  plena  de  todos sus participantes, incluido el imprescindible ejercicio de la medición y evaluación de los resultados. La Intergeneracionalidad nunca es una labor individual y sí permanentemente compartida.  

10.-  La dinámica intergeneracional posibilita la incorporación a la misma de las personas de edades  avanzadas,  enriqueciendo  su  autoestima,  la  puesta  en  valor  de  sus  conocimientos  y experiencias,  al  tiempo  que  disuelve  las  diferencias  o  estereotipos  que  pueden  separar  o enfrentar a las generaciones y les proporciona un sentido vital y social, un bienestar psicológico y una sustancial mejora en su calidad de vida. 

Fuente: https://cenie.eu/index.php/es/guia-para-la-intergeneracionalidad

Deja una respuesta